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jueves, 24 de septiembre de 2009

SIEMPRE ESTARÉ, SIEMPRE A TU LADO

La foto de la discordia


Tengo esta foto publicada en Facebook, es de algunos anos atrás, ésta recrea una visita al afamado estadio José Bernardo Pérez de la ciudad de Valencia, la alcoba cinco estrellas de los Magallaneros, el equipo de baseball más famoso de Venezuela.

Las protagonistas de la imagen: Marib, Ana y yo (en orden de acuerdo a lo que observan: Meli, Marib, Ana). Por alguna razón la foto se destacó entre el resto y obtuvo un promedio considerable de comentarios, nada profundo; es simplemente Facebook, los comentarios triviales y divertidos es lo que predomina. Pero de la nada surgieron temas que si bien no se discutieron en  esta arena pública, fue el escenario propicio para un intercabio de sensacones profundas. 

Temas en debate: la ecuación del olvido y el robo de amigas. Por respeto a mis aliadas obviaré nombres y adjudicación de citas textuales. Trabajaré con las muestras: sujeto A, sujeto B.

Iniciemos el análisis.Los argumentos se destilan de la siguiente manera.

El sujeto A, expresa que las amigas ni se quitan, ni se roban, que cuando no se conservan como corresponde se dice llevarlas en una bonita caja que se deposita en el rincón del olvido. Que la amistad es un sentimiento mutuo, responsabilidad de todos los involucrados. Que ni el tiempo, ni la distancia son barrera para dejar de cultivar algo que ha sido genuino

En el turno del sujeto B, éste se lanza con lo siguiente: aplaude la participación del sujeto A y dice que no pudo haberlo descrito mejor. Y alega que las amistades se diversifican, se ajustan a las circunstancias, al tiempo y a los escenarios. Que en la ecuación de la amistad hay más de un factor que altera el producto.

Pero entonces qué es la amistad, un concepto personal que cada uno ha construído de forma intrínseca de acuerdo a una serie de sucesos o expriencias personales o un sentimiento circunstancial que cambia de persona a persona.  

Para mi, es un estado que surge de forma natural hacia ciertos seres humanos, que con el tiempo toma contextura y extiende sus raices, raices tan fuertes que levantan tu propia voluntad de querer ser mejor por y para tus amigos. Por otro lado, están tus verdaderos amigos, esos fans incondicionales de tus acertadas decisiones, enemigos de tus malos hábitos, pero siempre son los bomberos que 20 pisos más abajo te esperan con un gran colchón de aire para que tu terrible caida se haga un poco más suave.

Así como repetidas veces se ha argumentado que la vida no es fácil, creo que ser amigo tampoco lo es, pero he observado como muchos se esfuerzan. Y eso debería darnos esperanza, en especial a aquellos que piensan que la amistad está fuera de circulación o está agotada en los anaqueles. 

Yo vivo esperanzada, por tener amigos, casi hermanos que me han acompano por el valle de sombra de muerte. A kilómetros de distancia o piel con piel, yo siempre quiero hacer todo lo que esté a mi alcance para impresionarlos, para hacerme presente estén en la cúspide del Himalaya o cayendo de ella.

Si los he defraudado, les ofrezco mis disculpas. Son errores de fábrica que no sé si podré enmerdar o bien ustedes estén dispuestos a olvidar. Pero como el guerrero, no me rindo en la batalla. Siempre de pie, siempre amiga.

Y para aquellos que creen que el robo de amigas está de moda, medito en el hecho de que algo hemos hecho para permitirlo, dejamos puertas y ventanas abiertas para que alguien se colara y encendiera luces apagadas, propiciara más momentos compartidos y risas espontáneas. Es nuesta elección volver a ese casa conocida o mudarnos a una ciudad extrana con nuevos inquilinos.

En cuanto al sujeto A y B, les pregunto, existe algún grado de convicción de lo que alguna vez hubo.

A mis 8 mosqueteros les reitero mi fidelidad a todo lo son y representan en mi vida. A todos mis amigos les ofrezco más de mi.

Que en paz descanse la enemistad. Vida a la amistad.

martes, 22 de septiembre de 2009

Una de mis canciones favoritas

Mi seis grados de separación


Hace cinco minutos me disponía a dormir, ya que hace un mes he experimentado una serie de capítulos inexplicables con lo que un ser humano promedio llamaría horas de sueno. Pero esa es otra historia que tal vez me anime a contarles luego.

Me confieso una adicta al Facebook, ese libro con una cara, que es maligno, vicioso, alarmante, que expone toda nuestra vida en fotos, notas, comentarios, living social, galletitas de la suerte y verdades de Chuck Norris. Toda una revolución de la comunicación que ha unido a miles y seguramente habrá separado a unos cientos.

Comentaba, que ya lista para reposar mi cabeza en la almohada, tuve la curiosidad de hurgar un poco más la vida de mis vecinos en Facebook, mala decisión. Un click me llevó al otro y así sucesivamente, hasta que me tocó experimentar mi propio fenómeno de los seis grados de separación. Con ojos bien abiertos, descubrí que dos hombres que llegaron a causarme temblor de rodillas, movida de piso o caída de medias, estaban en una misma foto, un mismo lugar, mismo propósito.

En este preciso instante lo medito y no puedo parar de reir. Es una locura, un caso absurdo, como suelo calificar muchas situaciones. Ahora me pregunto, quién habrá desarrollado la teoría de los seis grados de separación, obviamente no es algo novedodo, siempre existió, sólo que ahora tiene nombre y es un fenómeno mundial. Investiguemos qué dice Wikipedia al respecto.

He aquí lo filosófico:


Seis grados de separación es una teoría que intenta probar el dicho de "el mundo es un pañuelo", dicho de otro modo, que cualquiera en la Tierra puede estar conectado a cualquier otra persona del planeta a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cinco intermediarios (conectando a ambas personas con sólo seis enlaces). La teoría fue inicialmente propuesta en 1929 por el escritor húngaro Frigyes Karinthy en una corta historia llamada Chains. El concepto está basado en la idea de que el número de conocidos crece exponencialmente con el número de enlaces en la cadena, y sólo un pequeño número de enlaces son necesarios para que el conjunto de conocidos se convierta en la población humana entera.

El mundo es un panuelo, esa frase sí me es familiar. Ahora bien, mi punto es, podría desintegrar esa cadena que une a los conocidos, que sean sólo mios y de nadie más. Suena loco y escribirlo peor aún. Pero no logro entender, que algo así ocurra. Y si se preguntan por qué hago tanto drama de ello, explico lo siguiente.

Por largo tiempo, luché por ganar y quien sabe si me hubiese atrevido a comprar, el amor de estos dos hombres. El primero, a quien llamaré mi eterno amor secreto, me besó en una oportunidad, me dijo que yo era perfecta, inteligente y la mujer que todo hombre buscaba, pero como todo lo que sigue a esas frases, el final se resumió en: mi amor, no eres tú, soy yo. Para ser sincera, yo jamás lo superé, cada vez que tuve la oportunidad de verlo sentía rencor, rencor de mujer rechazada. Que feo se lee. Pero es tan honesto como lo que me causó esa tonta frase.

El sujeto involucrado número dos, al que llamaré mi otro yo, vino a mi vida una noche y se despidió rápidamente, no hubo nada determinante en ese encuentro. 365 días después, en una sala de cine con música de fondo de una afamada orquesta sinfónica, nos reencontramos. Con él todo era sencillo y complicado a la vez, era hablar conmigo misma. Tan idénticos y contrarios a la vez. Duró poco pero fue suficiente como para cambiarme la vida y destruir mi orden.

Me ubico en el 2009, y en esa foto, los protagonistas de dos historias, están codo a codo, con rostros felices, certificados en mano y nuevas historias por vivir. Que suenen las campanas de la iglesia para ambos. Como bien dice el poeta Arjona hay que seguir con el teatro.

Dedicado a todos los que han experimentado la crueldad de los seis grados de separación.

lunes, 21 de septiembre de 2009

No tenemos mucho tiempo

domingo, 20 de septiembre de 2009

Mi primera vez


Esta es la noche de estreno, mi primera experiencia en el blog. No quería inciar con algo demasiado elaborado, eso sería matar la magia de la espontaneidad, aunque mucha gente piensa que suelo cubrirme de esa palabra, soy tan planificada que suelo aburrirme de mi misma. Pero para eso planifiqué crear este tipo de alter ego, en función de encontrarme siendo más abierta en mi forma de expresarme sin temor a ojos ajenos.

Hoy es un día normal, es mi calificación para este domingo de septiembre. Ahora mismo con mi pc sobre la cama, hablo con una amiga más grande y más pequena que yo a la vez, su nick dice extranar a muchas personas y me gusta pensar que estoy incluida. Pero el punto es que ella quiere regresar a una etapa de su vida, algo que según el estudio del tiempo nos dice que ya forma parte del pasado, y analizo el hecho de que los seres humanos solemos ser así, nos la pasamos extranando a algo o a alguien, y me pregunto si en algún momento habrá una cura para ello. Y es que extranar duele, molesta, nos minimiza.

Qué extranas tú? O qué haces para no extranar?